viernes, 6 de febrero de 2015

Dos Pedros en el cielo


Pablo J. Fierro C.

Se marchó Pedro León
del Humor la crema y nata
con destreza en el creyón,
el de "El Nacional", Zapata,
delineó sin fe de errata
y se pintó de colores,
con acuarelas y olores
a trementina y linaza

Como Pedro por su casa
hizo una caricatura,
la mandó a la jefatura
del diario que les decía,
y al poco tiempo cojía
por el camino sin vuelta
donde dicen en la puerta:
"de aquí no puede salir"
así que si va a vivir,
con ganas de regresar,
vaya y vuélvalo a pensar
pues, de paso, su excelencia,
tampoco a la presidencia
de este reino puede optar

Zapata vio que había todo
Patria, papel y plumilla,
y también había una silla
por si acaso se inspiraba,
o si el presidente andaba
en una de "no doy más"
para agarrar él y sas!
llamar al inteligente,
y decirles: "Combatientes
desde ahora en adelante
apoyarán mi gestión,
ya que encontré este sillón
y el rey estaba indispuesto,
y creo que no molesto
al gobernar su nación

En este gobierno mío
no habrá colas ni escasez,
nada marchará al revez
sino por la justa ruta
donde todo el que discuta
porque no hay carne barata,
ha de saber que Zapata
arreglará esa tortura,
con una caricatura,
y un discurso intelectual
que ha de resolver el mal
porque de eso es que se trata

En el diario El Nacional
quedará un vacío, pero...
si se fue Miguel Otero,
y también María Teresa,
y aún la institución esa
guerrea a partido brazo,
que falten los "Zapatazos"
no será un mal del que mata;
porque el maestro Zapata
con su cátedra tan pura,
legó la caricatura
a un contingente de acero
que serán los zapateros
para trazar el futuro
y avanzan sobre seguro,
con su trazo y su tintero

Bien Zapata, yo lo aplaudo
porque con su sable fiel,
de color y de pincel,
de palabra y de sonrisa,
dibujó sin cortapizas,
que no fueran la excelencia,
todas aquellas vivencias
de este siglo y del pasado,
donde quedó retratado
el recorrido funesto,
del que caricaturesco
Zapatazo mercecía,
y que quedan todavía
y quizás siempre estarán,
pero sus pares serán
-los suyos, Señor Zapata-
quienes le darán la lata,
o, la lata le darán

Si yo tuviera sombrero,
ahora me lo quitaría,
despidiendo al que primero
en el humor nos regía...

La genialidad Zapata
que usted nos brindó fue un gusto;
si le van a hacer un busto
ahora que se murió,
de verdad espero yo,
-y no me lo tome a broma-
que si va alguna paloma
no sea después que comió

La persona no es el busto
pero estos tienen derecho,
a que les pongan un techo
y no les den esos sustos

Hoy dos Pedros van a estar
en el cielo, bien se sabe,
el Pedro que llega a entrar
y el que espera con la llave

Bueno, Zapata ¿Qué más?
yo estoy hablando de sobra
porque lo que habla su obra
lo define a usted al ras

Tan sólo le doy las gracias
porque soy benefactor
del trabajo de un pintor
dibujante, y que ilustraba;
y que no se conformaba
con mediana calidad

Usted pulía su trazo
y su intelecto brillaba,
y al que aquí se resbalaba
le daba su Zapatazo





















 
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