lunes, 16 de septiembre de 2019

EL USO DEL TIEMPO


Epistemológicamente el tiempo es, observando incluso la esencia subjetiva del concepto, una conclusión más del hombre, dentro del constructo orgánico macro que le atañe

Epistemológicamente el tiempo es, observando incluso la esencia subjetiva del concepto, una conclusión más del hombre, dentro del constructo orgánico macro que le atañe

La secuela del vivir, del ser, nacer, o ver la luz del sol, es el acto de "concluir·; una especie de "nací, luego, veo", que tras un proceso de mayor complejidad existencial, en términos de tiempo vivido y conclusiones acopiadas, halla relación con el sempiterno "cogito ergo sum", del acervo filosófico cartesiano.

Los silogismos, las ecuaciones, los cabos atados, forman parte de aspectos configurativos nuestros, ya como atributos inmanentes, o como resultado de la propia experiencia ontológica, por medio de los cuales buscamos acomodo en el mundo, con la intuitiva o bien ponderada finalidad de obtener confort.

Manejamos como duro paradigma, la idea de que nos mueve, de forma primordial, la Necesidad; incluso, en algunas situaciones donde pareciera que abordamos el escenario de la inercia -no exenta de una decisión aunque sea exiguamente consciente-, en el fondo, lo que determina la secuencia de pasos hacia la acción sustantiva, es el querer sustraernos a un plano que determine el obvio contraste, entre el previo estado de movilidad y la quietud resultante.

Por lo que la tendencia es a no quedarnos inactivos, al confrontar alguna incomodidad que nos aqueje en un momento o situación particular, y/o evitarla a futuro.

De ahí surge, al igual que todas las cosas vinculadas a lo humano -desde lo humano-, la utilitaria semántica que encapsulamos en las seis letras que conforman "tiempo".

Antes de que necesitáramos el tiempo como estructura conceptual, el orden "tiempo" carecía de formulación semántica y orgánica, especialmente, que le diera sustento existencial. Vivíamos sin relojes, cronómetros y hasta sin compromisos formales en la incomodidad que se supone fraguaba de alguna manera, dicha complejidad sistémica.

De ahí que poco a poco, como suele darse en general el avance de los procesos que engloban en sus picos de vanguardia, un esquema funcional, paradigmático, como éste al que estamos haciendo una somera revisión, se fue logrando el establecimiento matemático de puntos significativos, en las escalas virtuales de movimiento de la materia, que se alargan, a medida que vivimos, para tener referencias que permitan la posibilidad de asirnos a patrones de gran exactitud, que coadyuven al mayor índice de eficiencia, requerido por los objetivos que solemos trazarnos.

Me interesa enfocar esta panorámica desprejuiciada respecto a la fenomenología del universo abstracto y como se va configurando dentro del campo de la logicidad del factor civil, porque aunque luce obvio, luego de que uno asume la tarea de despojarse de toda la indumentaria que nos coloca encima el convencionalismo vigente, y se forma una idea que recrea también una imagen difusa del cuerpo desnudo, resulta difícil pensar que es natural para el común, alcanzar masivamente la perspectiva del filósofo, intelectual u otro; sobre todo porque no se trata, para uno, de una realidad simple, fácil de digerir sin tener ese extra analítico del que no participa sino quien busca el tiempo requerido de ocio, para no quedarse sólo en la visión pragmática, utilitaria, constante y sonante "in order to just stay alive, in this 'terrible place to live' (1)", porque tiene que haber gente para eso, dadas las innegables demandas del entarimado social.

"But, i dont wanna die (2)" -concluye "The Mermelades" en su emblemático tema chatarra "Reflections of my life".

Nadie quiere morir; necesitamos no morirnos, y por eso generamos conclusiones continuamente que nos permitan un confort proactivo a propósito de curarnos en salud, por lo que nos valemos de la formulación que hemos hecho respecto al tiempo, a fin de usarlo bien; y por eso limpiamos los zapatos, lavamos la ropa, estudiamos, vamos al "gym", u otros.

Pero lo real cósmico, más allá de nuestras estrategias para ser felices, conceptualiza a nuestros ojos, en la abstracción, y desde ahí coordina independientemente de lo que planificamos a espaldas de aquello. ¿Acaso entenderlo será el trampolín que nos permitirá algún día andar por las calles con los zapatos limpios, y conseguir un empleo estable –“con tarjeta marcada”-*?

Como dijo el tercio aquel: "Amanecerá y veremos*"

1 y 2: Reflections of my life
*Ilán Chester
*Dicho popular venezolano

 
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